Cruzadas alrededor de la historia
Las cruzadas bálticas
Fueron una serie de campañas emprendidas por los líderes cristianos de Alemania, Dinamarca y Suecia, entre los siglos XII y XVI, con el objetivo principal de subyugar y convertir a los pueblos paganos de la cuenca del Báltico y contra otros pueblos cristianos considerados igualmente infieles. Uno de los actores principales de dichas campañas fue la Orden Teutónica, que había sido previamente creada en Palestina.
Las cruzadas en el Báltico responden a un movimiento social desarrollado en el Imperio Alemán a mediados del siglo XII. Este movimiento se conoce como Drang nach Osten.
Cruzada contra los albigenses
En 1209 el Papa Inocencio III proclamó la cruzada albigense con el fin de eliminar la herejía de los cátaros y erradicarlos del sur de Francia.
Cruzada Aragonesa
La Cruzada contra la Corona de Aragón fue declarada por el Papa Martin IV contra el Rey de Aragón Pedro III el Grande, en 1284 y 1285.
Cruzadas en la Reconquista española
Algunos momentos del período final de la Reconquista recibieron del Papa la calificación de cruzada, dada su condición de enfrentamiento de reinos cristianos contra reinos islámicos. No obstante, la motivación de la búsqueda de tal denominación no era tanto el interés por lograr la presencia de nobles europeos del otro lado de los Pirineos (muy poco importante), como la de obtener algún tipo de derechos fiscales para la monarquía (sobre los ingresos del clero o como Bula de Cruzada). Las ocasiones principales fueron la batalla de las Navas de Tolosa (1212), en la que estuvieron presentes casi todos los reyes cristianos peninsulares, y la Guerra de Granada (1482-1492).
La cruzada de Segismundo de Hungría
Esta cruzada es considerada la última de magnitud paneuropea que se libró contra el Imperio otomano. En 1396, el rey Segismundo de Hungría organizó una cruzada para asediar la ciudad de Nicópolis, por entonces bajo control turco otomano. Los ejércitos del príncipe Mircea I de Valaquia y del duque Juan I de Borgoña avanzaron bajo la dirección del rey Segismundo decididos a expulsar a los otomanos de los territorios de los Balcanes.
La defensa de la ciudad resultó imposible de vencer, y la falta de máquinas de asedio por parte de las fuerzas aliadas concluyó en una severa derrota. La victoria turca en el asedio de Nicópolis supuso una amenaza para las naciones centroeuropeas y consolidó el poder otomano en la frontera con el reino de Hungría.
Guerra civil española
Con objeto de dar un sentido católico al denominado Movimiento Nacional la guerra civil española fue declarada cruzada. Así se denominó oficialmente durante la dictadura de Franco.
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